Ser un cielo, ser la muerte
quien cruza por el pantano
a su paso deja una estela de espejos,
ya viene el invierno, me quedare solo de nuevo,
en noches alargadas para no despertar,
ahora que recuerdo en estas fechas
el techo cayó sobre mí,
mi sangre toco el suelo y mi extirpe se extinguió,
más aun con un agujero en mí, me levanto,
me dejare llevar cuesta abajo
pero siempre bajo mis reglas.
Hago versos, hago de mi persona trocitos de
carne,
me jodo todo los días, me culpo de mi mala
suerte,
veo rayos del sol, días contados,
cuando eres una explosivo no tienes tiempo de pensarlo,
solo debes vivir y apañarte, acariciar una piel
suave,
decirle que no se mueva un momento,
elegir y sonreír, no siempre hay que joderse,
a veces lo caprichoso es un acto de valentía.
A veces ser la muerte es dar la vida por lo que
cuenta.
Hay sobre mí una verdad,
cosas que escribo, cosas que jamás digo,
hay deseo encarnado, hay frases,
hay demonios y monstruos que riman,
hay realmente un resplandor en ti,
cosas que nadie nota, así como nadie ve
como me lanzo cuchillos a la cara,
por qué no hay nada que este ganando
al contrario sigo perdiendo
pero me mantengo remando,
no hay señal contraria, debo avanzar a ti.
Cuando uno, es el cielo y es la muerte
la luz te lanza a una velocidad estrepitosa
contra el suelo,
pero prefiero ser todo lo que puedo ser,
acabar siendo quien no se supone que sea,
si soy un vela en lo último de su mecha,
no me contendré, alumbrare tu pelo,
calentare tus piernas, por que hay sobre mí una
verdad,
te quiero para mí, aunque me acuchille me he de
levantar,
no quiero ser un recuerdo que se apaga,
quiero ser el calor que permanece en tu
espalda,
si voy cuesta abajo será bajo mis reglas
y estas indican que siempre he tratar de volver
a la cima,
a veces doy mi muerte, a veces doy mi vida,
no hay más que realizarlo, incluso si está
prohibido.
Si soy el cielo y soy la muerte, soy el todo,
si soy el final soy el principio,
si permaneces cerca puedo parar el mundo,
si nos movemos juntos somos presente, somos la
mañana,
pero por esta noche mi voz se quiebra ante tus
labios,
no hay finales, solo momentos de comenzar el
movimiento de otra forma,
déjame entrar, derriba las murallas, miremos la
luz,
déjame ser el cielo, déjame ser la muerte, déjame
ser la mañana,
déjame ser el presente y así pertenecerte para
siempre.