22 abr 2012

Clonazepam y dolor

Como si desgarraran mi abdomen,
como si cortasen mi carne,
todo este dolor me invade
y yo sólo puedo huir para llorar,
pero no llorar para huir
nunca de mí misma.

Remando llego a la galaxia,
donde sólo logro comprender
que lo que ha pasado, ha pasado;
no puedo recuperar nada de mí,
nada de esos recuerdos,
y más importante: es él al que amo,
así que pierden su tiempo
enanos que me pretenden.

Y entre el dolor y la nada,
siempre estoy del lado del dolor.
Siempre, ninguna mañana es diferente,
tengo mis manos metidas en hielo
pero eso no evita que sienta
que me incendio, no lo evito.

Como si rompiesen mis huesos
me inundan los remordimientos,
tal vez pude hacerlo bien
pero no hay un tal vez,
nunca en un mundo sin pasado
y sobre todo en uno sin futuro.

Ni el clonazepam lo calma,
así que moriré entre ríos
como si moliesen mis músculos.
Al final del día, conoceré
de nuevo el dolor.