Te voy a morder,
con mis dientes
te envolveré y te ahogare
entre mis fauces,
no habrá pistas que digan
que fue culpa mía,
a los ojos de los demás
tú moriste en soledad.
Si alguien es fuerte por lo general
no sabe que lo es,
solo tiene certeza de viajar
a un ritmo enloquecido entre piedras,
ve pasar faroles y estacas
a gran velocidad por las calles,
es un desfile de desgracias
unas sobre otras.
Se nace solo y se muere solo.
pero morir nos hace iguales.
prefiero creer en las ratas
que creer en el dios
que proclama muertos vivos.
prefiero a dios tierra
y madre sol, hijo luna
a todos los astros superiores
e inferiores por definición,
a las esferas invisibles
de atracción suficiente.
Hay gran diferencia en la soledad
y en el estar solo,
uno es un aislamiento
el otro hablar con un espejo
si te puedes sonreír y hablar
vale la pena sacudir los pies.
Voy a recorrer de nuevo
el camino a las cuevas de carbón,
a esas lenguas y colmillos,
lilas que gritan contra el aire,
conocí a Cupido y me folle a su mujer,
le dije te voy a morder
y murió entre mis fauces,
era un perro rabioso con mi presa,
me convertí entonces en una sombra,
una desgracia sobre otra
atractivo, si, lo suficiente
para ser peligroso,
y sacudir mientras rio, a la muerte
de mis pies helados.
Tengo la consciencia tranquila
pues baile con la vida
rápido, frenético,
dinamite sus torretas
y nadie dijo nada,
ni el vigía, ni el coronel,
que me diga,
"mi excelencia",
si el poema es solo una broma,
traigan a cupido que le diré
que su mujer fue mía
una noche en que todo era morder
ombligos orejas, pus, ojos cansados
los míos bajo la gran presión.
Casi todo sobra en esta ciudad,
será lo que sea, pero,
prefiero ser leal aunque sea
a mi forma canalla de ser,
que nadie pregunte por mí,
soy el hombre sin patria
el hombre sin dios,
no tengo idioma,
y mucho menos pena de otros,
dejare una pista ahora,
si soy bandera, no soy azul
y si soy azul, soy girón,
si soy telón, soy primavera,
quien resuelva la palabra enredada
tendrá la llaves del nirvana,
si no solo se quebraran la cabeza
contra los cristales.
