21 abr 2015

Lucifer invictus

Susurros en la noche de San Juan,
bailemos, bebamos,
escupamos en el fuego nuestra bilis
que los hechizos conjuren
a oscuras masas astrales,
tomémosle de las manos
y giremos casi divertidos
entonando rimas infantiles
sobre niños ahogados en pozos.

Cartas que señalan los astros,
Arcanos, que giran en bolas de fuego,
susurros provenientes de las estrellas,
cabezas sin cuerpo,
cuerpos con cabeza de perro
emprendamos el rito
y que todo se marchite
sobre el suelo,
será la muerte de la armonía.

Baja, baja de tu trono
muestra tu cuerno roto,
no por perder la batallar
si no por que lo usaste para clavarlo
a maderos de los cuales no pudieron bajarlo,
nada de tres días después,
nada de nada, solo tu victoria
en la tierra de los muertos.

Susurros en la noche de San Juan,
bailemos, bebamos,
escupamos en el fuego el alcohol,
que los hechizos inversos
traigan a los templos del exceso
la sabiduría que tienen aquellos
que atrozmente asaltamos el cielo,
dejando a nuestro pasó
ángeles ahogados en pozos.

7 abr 2015

Hey mundo cruel

Hey mundo cruel,
soy yo parado en la autopista,
sin ningún lazo de seguridad
o una pista de cómo no ser atropellado.
Es preferible ser enterrado
que consumido por la avalancha
de dioses y consumo rápido,
avalancha de boludeces ¡carajo!
Actrices falsas con silicona,
la tv apagada y aun bombardea mi cabeza
los infomerciales vendiendo esperanza,
una razón para vivir en el planeta.
En los tejados los que no reflexionan
ven los charcos de la lluvias pasadas,
como un brillante destello
de lo que pudo ser su vida,
si tan solo hubiesen pensando.
Ángeles sin alas,
hormigas con aureolas
sobrevuelan el estanque,
su aleteo crea tornados
y el hombre (o mujer sea el caso),
corre a refugiarse dentro de la tierra.
Solo vamos el núcleo cuando creemos
que todo sobre la superficie está perdido,
ahí buscamos respuestas,
los habitantes de un mundo rentado,
un mundo recreado, según la fantasía
de alguien torcido, llamado género humano.
Como dije hombres (o mujeres) con armas grandes
y reacciono pequeño, la combinación para hundir
incluso a los celestiales que cruzan los aires.
Nadie siente empatía por el engrandecido,
por eso no miramos a las altura como algo bello,
si no que escupimos contra ellas
aunque eso sea escupirnos a nuestros ojos.
Hey mundo cruel,
soy yo con mis ojos en las manos,
sin posibilidades para encontrar
y cambiar lo podrido de sus mentes:
La sociedad necesita ser salvada,
pero si miran hacia arriba
yo les susurrare, “no puedo hacer nada”.