2 may 2016

El positivismo es imposible

¿Es posible acercarme
sin hacerme daño?,
¿O será que estoy acostumbrado
a herirme con el cuchillo
para poder sonreír?.

Me muevo entre las sombras,
me revuelvo entre la destrucción
y recuerdo que en realidad
no hay ficción que hable de mí
pero si una realidad que nos aleja
cuando lo que menos requiero, es eso.

Entonces hablamos de sembrar arboles
en el fin del mundo, de cocinar juntos
y ahorcarnos mutuamente en el piso,
ella descubrió mi maldad
y yo descubrí que soy capaz de darlo todo,
no tengo fe en el futuro, todo se rompe
pero mi espalda aguanta,
debe hacerlo hasta que yo ya no respire.

¿Es posible acercarme
sin abrir mi heridas e infectarlas?.
No recuerdo la última vez que sonreí
y obtuve como respuesta otra sonrisa,
por qué de ahí en fuera solo espero
a que salga el sol por las mañanas
para tener en claro que es un día distinto,
relojes que se detienen y mi corazón
que sigue palpitando por sobre todos los ruidos.

Por si acaso tengo este botón,
es mi autodestrucción,
por qué estoy acostumbrado a ser sacudido
para sentirme vivo, a ser aniquilado
de otra forma no siento la calma como un hogar,
¿qué hacer cuando no hay pasado,
pero miro sobre mi hombro el futuro
pero no logro distinguir nada de ese sendero?,
solo soy un hombre,
que se colgara en el cuarto de baño,
cuando deje de ser lo que soy,
todos quedaran felices pero estupefactos,
tendré que herirme de nuevo,
no para poder sonreír,
si no para que veas esta mañana que viene
y puedas ser feliz en tu refugio,
mis piernas sin tocar el suelo,
mi cabeza sin tocar el techo,
veré hacia delante borrando todo tiempo verbal,
¿Es posible acercarme sin hacerme daño?
No.