20 mar 2011

Adán enamorado

Yo te querré sobre todas las cosas
sin importar que tú no me quieras,
daré mis sueños y venas por ti.

Contén el aliento en tu pecho
mujer de la manzana imprecisa.
dame de tu muerte y te daré mi vida.

Me abrazo a su sombra delicada,
las puntas de su cabello caen en mi boca,
y un agrio sabor me invade.

Desecho los enredos de las penas,
no hay razón para continuar,
si no fuese dar todo por alguien.

Alguien que no dará un ápice por ti,
pero con esta pulsión de muerte,
daré mis heridas por ti.

Todo se quema al atardecer,
así los novios del siglo no son,
ni llegaran a su chacho de Edén.

El desdén de los cielos,
es el mismo que el de los infiernos,
no somos aceptados en ninguno.

Mi gran amor no será correspondido,
y así, hasta al fin de los tiempos,
tendré mis labios partidos.

Yo voy a querer a Eva hasta mi muerte,
aunque ella se rompa y admita,
que no quiere quererme.

Se lo que esto parece, pero no lo es,
dos mentiras no hacen verdades,
por eso mi impulso por amarte.

13 mar 2011

Espera (Incendios que acaban bien)

Espera amor en la isla,
donde nacieron mis ideas,
en esos prados verdes que vieron,
a los hombres correr y caerse.

Donde las luces son incendios
que terminan de bien dentro de todo,
ni ideas tensos ni cuchillos,
solo el silbido del viento
entre los baobabs y sus nudos.

Espera amor como una hoja en el estanque,
sostenida solo por la tensión de agua,
espera a que llegue y ser luz blanca,
sobre tus sienes y ser entre los dos
un atardecer de calores vibrantes azules.

Es la tarde del jardín,
y la soledad de las sombras del árbol
donde clavados están tus ojos,
cuando comienzo a llorar,
y te digo espera amor,
que hundidos aun podemos querernos,
y grito, espera amor,
que este abismo que es la muerte,
no puede separarnos,
espera amor a que zarpe,
y te buscare sin dudar,
en todos los jardines tristes
del atardecer en los otoños.

Espera amor que iré a buscarte,
seremos un incendio que acaba bien.

12 mar 2011

Un wyvern que se convierte en un ángel

Un ángel de luz,
esta cruzando un prado
enteramente negro.

Yo soy como Adapa,
un dios durante mi vida,
sin nunca ser mortal
guardo mis ropas fúnebres
para momentos solemnes.

No bebo, no como
nada que me haga vivir
más de lo debido,
la riqueza es cantar,
como homenaje a las voces
perdidas de los escultores,
que con el cincel
pusieron las alas
a los ángeles de luz.

Me pregunto qué tiene sentido,
si falta el tiempo,
si me postro ante la cruz
tendré que pararme diez veces,
si no hay leyes no hay pasión.

Los infelices pueden ser
más que vagabundos heridos,
con llagas incurables,
segundos antes de la caída
de los sacrificados,
tengo mi garfio hambriento.

Mis raíces son ruines,
y mis clavos hermosas
letras doradas acerca del odio,
por eso es importante
que los arboles me absorban
ahora que soy un fruto maduro
dulce y agrio a la vez,
antes de
que sea tarde,
seré mi propio ángel de luz.

6 mar 2011

Mi vida escrita por otro

Abrir la puerta equivocada,
me di cuenta que mucho tiempo
estuve sin ver nada,
tenía una venda en los ojos
y se sonreía al pelotón frente a mí.

Mi vida es escrita por otro,
un ser muy diferente a mí,
tiene entre sus manos,
un enorme borrador para suprimirme.

Pero se ahora que todo puede ser distinto,
incluso los hombres sin fe,
tienen algún remedio para seguir viviendo.


Mi vida está escrita por otros,
pésimos guionistas de novelas trágicas,
soy como un anti-héroe,
nadie seguirá mis pasos,
por este borde del pozo,
ahí la muerte, aquí mi corazón
envuelto en una capa de cemento.


Veo la sombra del atardecer
sobre el rio, mi reflejo esta partido,
y quiero despertar y comenzar
a escribir mis propias líneas,
pero sin consumirlas, ni que ellas
me consuman sin motivo.

Abrir mi puerta sin pensar,
ahí esta lo deslumbrante,
el motivo del ser sin ser,
tener fe sin tenerla.
Despierta que esta el día,
para poder escribir la historia,
nunca olvides eso, seas quien seas,
o no te importa que puedas ser.

5 mar 2011

Figuras en el espejo

Los hombres besan a las prostitutas
con los ojos cerrados, con mucha fuerza,
las prostitutas los mantienen abiertos,
así como sus piernas tersas,
con una patada se abren los armarios,
ahí está lo hipnotizante,
el primer movimiento al ritmo
de una música fúnebre.

Los espejos de cuerpo entero,
dibujan su desmarcada silueta,
la prostituta de labios
envejecidos y mal pintados,
baila, baila, solo para excitar
y el hombre, ve, ve con una sola razón,
ser excitado por esta mujer bestia.

La mujer baja su cabeza,
hace un ruido extraño,
como el silbido de un pájaro,
al cual está a punto de estallarle
el vientre, por la presión del aire
estalla, su cuerpo gira sin control
y entre más lejos va,
más pequeña se hace la prostituta.

El verdadero arte del baile
frete a los espejos del armario,
consiste en reflejar la incesantes
del los clientes satisfechos,
la mujer ya sea puta, arpía,
o bien otra cosa no gana nada.

La prostituta besa a otros,
con los ojos abiertos,
pues nada tiene que esconder,
ella es al final también,
una insensata figura del espejo.