9 oct 2011

Tuent

Escúchate a ti mismo
lastimero pordiosero,
que pides limosna ante el templo,
pero este cierra sus piernas,
tan blancas como la nieve
y te aplasta por completo.

Nadie sobrevivió
a la caída del cordero,
esa es mi misión
ser sacrificio para ser comido,
matar para ser asesinado,
asesinar para encontrar paz.

Odio a los que sonríen,
por que fijan en las tormentas,
no llegan a sus hogares,
me parecen mentirosos,
por que sepan que mentir es fácil.

De niño me dijeron que no importa
cual camino tomes, siempre
que en la meta tengas la gloria
y puedas tocarla con tu mano
pero perdí mi camino,
en medio de un campo
deshabitado y lúgubre.

Escúchate a ti mismo,
di "madre tierra cómeme,
no salves a nadie,
ve y disparate"
Mata todos sueños
que los demonios
quieran soñar contigo.

1 oct 2011

Los diálogos del diablo - Sigmund Freud & la exteriorización del Edipo

Sigmund había terminado una buena pipa de opio, su cabeza está apagada, sus parpados caían tratando de cerrar sus ojos, la luz se colaba por la ventana, el humo del opio aun flotaba en el aire, era extraño, la luz le permitía ver como se distribuida por toda la habitación, el dolor en su boca se había calmado, ahora podría soñar entre estas nubes temporales de placer, por algunos segundo seria dueño de el mismo, toca son sus dedos la pipa, los bordes del grabado le parecen aun más profundos que ningún otro día, sus piernas pierden tono, el efecto de la duermevela prosigue lento pero constante, tanto que no nota que entre el humo de la habitación, del otro lado en un silla de patas cortas, se asoman pezuñas de cabra, pero un rostro exquisito digno de un Adonis. Entreabre sus ojos, ve por primera vez al intruso en la habitación, no se inmuta, todo le parece tan calmo que para que echarlo a perder, tal vez es solo un bribón que viene a robarle todo lo que tiene en el pequeño estudio, el cederá claro, no es un hombre fuerte, menos para tratar de detener al tipo corpulento sentado del otro lado de la sala. De la nada este hombre, con voz fría pero firme, casi llana sin emociones, le saluda con las siguientes frases – “Sigismund tanto tiempo sin verle, ¿me recuerda?, le vi en la clínica del señor Charcot en Paris, por entonces llevaba un viejo traje café, le maravillaba este método de hipnosis, yo no iba ahí a escuchar la clase, porque claro, yo fui el maestro del mismo Mesmer, no hay secreto en ese método para mí, pero todo eso es historia antigua, no es lo que me trae aquí esta calurosa tarde, además de su cambio de nombre, cosa evidente, debe tener algún otro avance que pueda interesarme lo suficiente, eh estado al pendiente de ello, así que no se preocupe no tiene que explicarme nada, solo quiero oír algunas cosas de sus propios labios, salidos de esa boca que ahora tiene cáncer”-, una pequeña sonrisa se dibujo en esos labios, su color era parecido a la carne molida.

El hombre del psicoanálisis, movió sus piernas, cambio su postura, su duermevela, le daba una imagen de hombre torpe, quería enfrentar a este, que se había presentado, con tales palabras, parecía conocerle muy bien, no le asustaba, al fin había tratado lunáticos mas petulantes que este, - “Oh Edipo asesino de Layo, te dignas a venir aquí con tu osadía, con tus palabras dignas de elogio por lo claras que son, pero quieres que diga algo que no siento, se que tu, eres la exteriorización del incesto, representas el movimiento de los placeres en busca del pecho de la madre, fuiste expulsado de la patria del placer, tomaste forma humana, de macho para ser exacto. Oh desgraciada figura fálica, que deseas el poder del padre, que admiras el trabajo que tiene al conservar a un ejemplar femenino a su lado, y tú la deseas, como quien desea agua en el desierto, tu marchito macho cabrío, te atreves a venir a mí, tu descubridor, de tu fuerza libidinal más sublime, de aquel que obra por ti, al que has llamado canceroso con razón, pero sin mí no tendrías esta forma tan hermosa, de potencia sexual inagotable, tu Jaldabaoth, has sido llamado por mis compatriotas judíos,  yo te nombre Edipo fornicador de Yocasta, el que mancho del trono de Tebas con sangre que salía de sus ojos, nadie ah quedado en cielo después de tu caída, porque no tienes nada de lo que deseadas, o incluso tiene menos de lo que ya tenias, tú que eras igual al padre, por rebelarte perdiste tu naturaleza, ahora la añoras, y vienes a mí, creador de tu cuerpo físico, tu ser que eres innombrable entre los humanos, pues ahora eres el padre de gran falo, tu gran poder de condena a las entrañas de la tierra, porque hay ambivalencia en relación entre tú y nuestros padre de verdad, tu eres un ser derrotado, pero sobre todo viril, el otro tiene imagen de macho alfa, pero ah sido castrado” - .

El otro oscuro ser respiro hondo, dijo con voz plana sin emoción, - “Comprendes la gravedad de lo que has dicho, haz roto el tabú acerca de los generosos dioses, aquellos no deben ser molestados de sus pedestales, seguramente se ha enfadado el viejo derrotado, así que te auguro hombre blando, que tu cáncer te consumirá en un dolor inmenso, aquel del cual te burlaste hoy, el será justo, o pretenderá ser justo, nadie le llama castrado al altísimo, sin que se enfade, mírame a mí, desgracia entre desgracia, expulsado de la luz,  pero yo aprendí a vivir muy bien así, tú en cambio quieres conocer, pero sí te quedas de a mi lado, te limitaras a conocer un solo espacio, no debiste aguardar tranquilamente tu muerte, pero, ¿que podía esperar de una persona impaciente?, mentiroso, Anna O. no se curó, impaciente, usar los métodos en ti cuando no funcionaban en otros, pero aunque me llames Edipo al menos sabes uno de mi nombres, sabes que lo que digo no es falseable, recibe tu castigo, yo me retiro por donde llegue, aunque te diré algo ultimo, a veces el cigarro no es un cigarro, muchas veces lo que demuestra ser, no lo es, por ello hombre diminuto, tú no eres más que un cordero fiel y humillado, que será castigado con rigor, conforme a la ley”.

Freud vio como la luz que se colaba entre las persianas, daba a una silla vacía ya, le adjudico esta extraña experiencia al opio, decidió abrir las persianas, Londres se dibujaba haya bajo, guardo su pipa, salió de la habitación, y claro espero lo inevitable, pero supo como acortar el dolor.

Versos de la teoria de la gravedad

Los álamos se ven lejanos,,
hay un incendio en el bosque
todo lo que sentí esta perdido
no porque lo desee,
si no, porque la incordura
es ausencia de todo lo que fue.

La gravedad jala todo al centro
del universo, que no es el yo,
si no otra forma inexplicable
por una formula de movimiento,
que no es existencia correcta,
tanto el espacio como la materia,
hace que los álamos se vean lejanos.

Los incendios son razones para llorar,
o bien para contemplar sin los ojos
una aura que crece por sobre el desierto.
Voltean los colosos de cal,
miran las nubes de lluvia
y corren, haciéndose pedazos,
solo la lluvia, o la necesidad
del miedo de los sinsentidos,
nos hace morir sin estrategia.

Si lo perdido es lo que sentí
no fue tan mío después de todo,
era un compendio de átomos atrofiados
que giraban sobre un núcleom
que no pudo mantenerlo constantesm
si ya no es lo que sentí,
tampoco es lo que sentiré en todo lugar
nada es mío, menos mis ideas.

Las causas son incidentes sin reactivos.
Que los astros entren en colisión,
así como quien nace, en realidad muere
por entre las navajas y los pasillos
no es lo que deseo, porque no es probable.

Hay un campo de cristales rotos
al frente de mi casa derrumbada,
que fue azotada por huracanes y tifones
así es la incordura, un mar constante,
por sobre una arena en movimiento perpetuo,
la arena es un recinto,
la ola una onda senoidal,
y el mar una forma de anidación.

La ausencia es en presencia
una formula maltrecha que no funciona,
más que para vaciar el sentido de la luz
las diferencias son de forma,
no de sustancia, así venid y buscar
dentro de mí la equidad del mundo.

Un gran poema que antecede a un gran tratado,
solo los poetas entendemos la ciencia,
o a los cielos carmesís como renuncia
de lo intentado o lo presenciado.
Solo los artistas comprenden la incordura
por que habitaban en ella,
los álamos que veo arder,
solo pueden ser vistos por ojos,
que han renunciado a su capacidad
de juzgar el mundo, según la calidad
de algo físico, el mundo siendo así
es algo extraordinario dentro de una burbuja
que nos limita, la ausencia marca vacios,
pero el vacio es no prueba de la ausencia.
La luz debe ser doblada para conocer la luz.

Este poema es difícil de comprender, como poner al lector en contexto, estaba leyendo un escrito acerca del origen de la gravedad, claro una teoría que no sería la de Newton como se puede ver, siempre he pensando que un buen poema puede hacer un poema de cualquier cosa, así sea de su propio aburrimiento, me arriesgo a veces con temas o cosas que nadie mas haría en su sano juicio, mi frase favorita de este poema es "La ausencia es en presencia", una rima muy rara en mis escritos, profunda y estúpida al mismo tiempo.