Para E.
Hace tiempo que no estoy en mi cuerpo
me quedo a tu lado mirándote,
aunque tú piensas que no hay nada alrededor,
hay veces que entre más viajas
más te pierdes, pero yo tengo un secreto
un punto definido entre las tormentas
para cuando quiera volver.
Tengo el corazón cerrado al dolor
pero la cabeza abierta a soñar
que estoy contigo en otros planos
haciendo temblar las ventanas,
ventanas donde transcurre el tiempo,
queda la gracia otorgada del cielo
me sueñas y te sueño
en un entretejido eterno.
La madrugada se va en el tranvía
por la calle solitaria,
mis parpados, no los abro,
quiero mantener tu imagen,
así solo en casa,
así en silencio,
hay cosas que no recuerdo
pero que no olvido.
Poco a poco me doy cuenta
lo contaminado que estoy
y lleno de polvo, que no es de estrellas
es de un remedio sagrado
que me permite avanzar sobre la nieve,
bajo la luz del sol en el desierto,
porque yo aún quisiera llegar a tu playa
quiero que te des cuenta.
Me gustan tus labios que hablan cuando duermes,
me gusta sentir que existe algo
que no es ni espacio, ni tiempo
que no se si está ahí, pero existe.
sistemas que se tocaron alguna vez
y a pesar de lo que los separa.
de una forma siguen siendo uno,
incluso si se encuentran separados.
Hay memorias que no recuerdo
pero no olvido,
incluso si pasa el tiempo
o creas un espacio vacío entre nosotros,
lo que tengo dentro no muere,
por más que lo intentes,
incluso si yo lo hago,
porque hay memorias que no olvido
y recuerdos que no recuerdo,
pero tu estas mucho más allá de todo eso.