31 jul 2015

El idiota que tenía la culpa



Sueña con cosas que nunca tendrás
envuélvete en seda, es culpa tuya
que el mundo termine,
que los policías vengan tras de ti
al ver esa nube gris y esa marca
que grita: ¡asesino de esperanzas!,
la regla dicta seguir de cerca a los heridos,
que son carne fresca.

Todo lo que queda es una desnudes absoluta
una única hoguera que nos une,
pero no puedo volver a aquello que intentas romper,
quieres que vaya solo al salón
y estando ahí suba a la barra
disparándome en la nuca
dejando caer mi cabeza sobre botellas,
enterando mí ser, como un discurso
en las orejas de aquellos que no quieren escucharlo.

Soy de los que se limitan a estorbar,
pero en mi desnudes no tengo secretos
ni tampoco tengo mentiras; solo sed
que nunca es saciada por su curiosidad
o por mis propias palabras,
¿qué puedes elegir si apatía es la única cosa
que te acomoda dentro de tu piel?
la única cosa que se ajusta,
si cuando hablas solo terminas insultándote
no de forma explícita pero lo sabes,
dentro sabes que algo de mueve,
sabes que sin embargo se mueve.

¿Qué le vamos a hacer al silencio?
tú prefieres estar ahí y a mí me gusta
acercarme más a tu orilla,
indefenso ante la idea de la soledad
como un enorme sol que realmente
su calor no llega a ningún lado,
solo se queda flotando en el vacío
en el frio de lo que queda atrás.

Sueña con cosas que has perdido,
entre ellas lo que realmente nunca supiste
que existía hasta que se esfumo un verano,
uno que prefieres olvidar
entre el dolor y el placer
entre el no saber si hay un lugar
donde realmente se pueda estar
sin sentir gran cosa acerca de los sentimientos,
me pregunto si vale la pena,
pero tampoco tengo el claro todo ello
y esta marca que me distingue de asesino
de esperanzas y de talentos,
la forma en que digo en las cosas,
siempre es de forma cobarde,
pero supongo que incluso mientras escribo
saco de mí todo aquello que se aproxima a la verdad,
por lo menos a sentirme realmente satisfecho
sin perder un momento en la tristeza,
y saber que si soy un idiota es mi culpa
pero también si los planetas no quieren girar alrededor
no hace nada para que eso cambie,
solo quisiera sentir que sin importar que pase
todo se moverá hasta que al fin todo quede en su lugar

porque sin dudarlo, tu lado quiero orbitar.

18 jul 2015

Vals de Botero

Que comience la expedición
por qué no tengo un mundo entero,
solo este cama para explorar,
entre mis sabanas
debo encontrar tribus
arranca cabezas, me acurrucare
y dejare que mis sueños
sean pálidos y contradictorios.

Rechazo a los que creen que
pueden hacer algo por su país,
si los hombres no tienen culo para sentarse
menos cabeza para opinar de accidentes
nucleares, vamos a ver la tortura,
rechazo a los creyentes de ovnis
o bien de dioses de cabezas múltiples,
pero bueno no me quejo
las personas son solo kilos y kilos de carne unida.

Hay cosas mejores que la condena
pero no conozco ninguna otra cosa
que me haga sonreír de formas diversas,
solo esa mujer que sostengo
entre las cuerdas rotas, ella me dice gordo
yo digo que soy un cuadro de Botero,
pero no recuerdo ningún prado con vacas
para irme a vivir ahí y dejar
mi memoria en líneas de coca.

No quiero lejanías, solo quiero comprobar
que mis cargas explosivas están ahí
para sobrevivir el día a día,
sé que esto no va ir a mal,
porque tengo entendidas las palabras,
si me acuerdo de todos los planetas
girando entre las nubes, entonces me espanto
porque tengo entendido que hay que caminar
viendo hacia abajo para moverse
entre líneas paralelas y ajenas al movimiento.

Abro mis dedos atrapando
los recuerdos en ellos, lo que se siente
no es pánico solo un expectativa no cumplida
que tiene que ver con la muerte de los dioses,
hay engranes en mi corazón
que dan cuerda a todo lo que hago,
van a pedir que salve íntegramente al mundo
pero mi legado está lleno de espinas,
porque yo no soy una canción hermosa
soy una seudo-melodía,

un vals que se pierde en el tiempo.

10 jul 2015

Extraños de tierras lejanas

Carnaval de percusionistas,
sus golpes son como metralla,
sus voces salidas de cuentos de terror,
cuerpos blancos, ojos negros,
quiero ver la luz a través de los prismas
que descomponen la luz como un parpadeo.

Quiero soltar una lágrima
y que vaya a las sombras,
no tocando el telón que baja
solo llegando a la tierra que sube.

Somos perfecto soñadores,
¿y por que no?, perfectos pecadores
no encajamos unos sobre los otros
por que no somos piezas
de un solo rompecabezas,
a todos nos falta ver nuestro temor
reflejado en nuestra pupilas
para entender que lo practicado
no era masoquismo, solo una apego a la realidad.

Encontramos un bosque
donde todo rima
mis ganas de evitar las penas
y las devociones nihilistas de otros,
todo tiene espacio en común
cuando tiras por la ventana
las cosas que crees necesitaran los desahuciados.

Bajo mi camisa se notan tus huesos,
tus labios malvivos toman por sorpresa
las murallas chinas y los puertos japoneses,
toman descuidados a otros, les sorbes
sus ojos, que caen sobre tu cuerdas vocales
y entonces cantas eso que cantaban
los hombres, ahora ya no blancos
si no negros por pintura y aceite
decorados para la muerte que los tritura.

Escuchamos a los que pasan por la calle
llenos de sonidos desconocidos y extraños,
nos vamos a disolver entre sus cantos,
los extraños vienen de tierras lejanas
pero adoptamos su ritual del fin del mundo,
vamos a inmolarnos unos a otros
manipulando la vida para que desaparezca.