Mataría por volver
a sentirme vivo de verdad,
no hay conversación
que me una a los demás.
Han sido tantos años
de alejar a todos,
si mi frágil figura, se rompe,
jamás lograré mi objetivo.
Cuando estaba en algún lugar
soñando con tener la victoria,
en la guerra, la hostilidad
era tal que los oídos se cerraron.
Los insultos descendían en cascada,
traté de olvidarme de mí,
enfermo focalicé mi sufrir
contra esta hermética ostra
en que se convirtió mi vida.
Si ves mi cuerpo ahora,
verás diferentes marcas,
que con furia hice hoy;
tenía una navaja suiza,
arranqué grandes pedazos
de mi carne viva.
Pero el llanto no salía,
así viven los que tienen puntos
de partidas diferentes en cada mano,
los que esperan tendrán recompensas,
los que estimulan a otros
a ponerse en movimiento,
una muerte como mártires de revoluciones.
Así serán mis ejecuciones, después de volver.
Sufrir o morir es algo planeado, en el último
y el primer horizonte que divisamos
no tengo que matar a nadie si conservo
este enorme resplandor que opaca
a las más hermosas piedras preciosas
y a los soles clasificados
por científicos como hipergigantes,
soy el que existe y mi esencia
es la forma que me forma.