27 oct 2014

Dragones de hocicos de fuego

Dragones de hocicos de fuego

Torres amontonadas en el horizonte,
dragones, visiones de ancestros en el aire,
torres amontonadas alcanzando el cielo,
como se rompe el aire al ser tocado.

Roma tiembla en su seno,
los asesinos y bestiales señores
visten sotanas para ocultar
la desdicha de los nacidos.
(y su propia marca de condena)

Dragones de hocicos de fuego
llamas azules y verdes,
destruyendo los nexos
realizando círculo imperfectos.

Suenan las trompetas que anuncian
la irrupción de los marginados del valle
a la cuidad perfecta de cristales,
que colapse el palacio,
los dragones de hocicos de fuego serán libres
así la alquimia del alma será completada.

Símbolo del renacer y el morir,
perfecto uróboros la continuidad del mundo,
el hechizo del existir como un nuevo ser
donde paradójicamente algo no cambia,
todo es uno, mientras se hace oro.

19 oct 2014

Fuego sobre la cuidad de la niebla

22-04-2012

Mire a mí alrededor,
nada en ti, nada en mí,
todo sobre esa ciudad,
nuestro fuego que se apaga,
cenizas de un dragón de paja.

Seré, quien sea de alguna forma,
seré quien torture a los conquistadores,
censurare sus luchas de mal gusto,
y como quien deja su sangre
sobre el pavimento,
eliminare sus malos sueños,
solo para tener oportunidades
de triunfar sobre la extraña metrópoli.

No tener nada que defender,
es no tener nada que decir para acercarme,
fuego sobre esa ciudad,
una ciudad que cubre la niebla,
y por las mañanas devora el sol,
y por las noches secuestra a la luna,
déjame dormir sobre tu espalda,
olvidar que solo soy un trapo que aguarda
ser quemado en la hoguera.

5 oct 2014

Conquista del sol del ocaso

Las llamas salieron del suelo,
Dios está conquistando,
olvidar parece imposible
y la conquista se asoma.

El sol terminar
y la bondad
yace olvidada
en el suelo.

Destruido el sol no hay humanos,
solo seres con dagas,
espadas y oro en sus bocas,
el olvido puede ser real
más el tiempo no existe.

Hombrecillos sin nombre,
con la boca cocida,
ven el sol caer a la tierra,

es el ocaso del hombre.