Claustrofobia circular,
las llamas tocan mi ojos,
acariciando con sus puntas
mi iris derretido.
Mi perversión es tal,
allá afuera hace calor
y hay mosquitos muertos
en los charcos estancados,
no sé si será verdad,
pero la mujer arrojo
a su hijo por la ventana,
el aborto, no es la nación
si no, sus hijos que se levantan
y anda desnudos por ahí.
cuanto y más, el primer
hombre debe estar vivo,
tratando en la noche,
así como en días sucesivos
tapar la desnudes de sus futuros,
la sincronía es absoluta,
estoy divagando no comprendo nada,
casi soy feliz con mi lodo
con mi sublime fango.
Qué hermoso es que te expriman,
corazón recién extirpado,
porque en las manos de mujeres
blancas y brujas, da fruto
nuevo, de un absurda y no deseada vida
cuando griten mi nombre
nadie responderá las mujeres,
proferirán en gritos
que a los hombres nuevos
no se les pone nombres
de demonios viejos y gastados.
Así soy yo, un hombre quebrado
todos tienen tanto miedo de sí mismos
que nadie le tiene miedo al espejo,
solo si fuesen todas la mañanas,
así con mi rica ruina lejana
y mis murmullos muy dentro de mí
podría sobrevivir más años,
incluso si solo fuesen
para maldecirte una y otra vez,
la vida es un insomnio largo
y prolongado a través de campos
de flores de cera.
La conozco muy bien señorita felicidad,
te conozco muy bien señorita tiranía,
sé que estoy en este cuarto circular
arrancado con mis dedos
las costras de mis heridas,
pero no puedo hablar demasiado,
vendrán las mujeres con ratones
en sus labios color manzana
a cortarme la cabeza.
