14 oct 2012

Los ateos lloran al pie de una estatua


Los ateos lloran al pie de una estatua (por su belleza perdida)

(Inspirado en Himno a Satán de Leopoldo María Panero)

Han arrancado la piel
dejan la carne cruda,
desnuda ante la vista de todos,
el descarnado dios
ha dejado el infierno
saliendo de las entrañas de Mastema.

Los ateos lloran
por el regreso de la mentira
que ha escalado los diferentes pozos,
la belleza del ateísmo pérdida,
condenada por el fanatismo.

En las iglesias aplauden
por la vuelta del dios aplastado
(el terror de la noche)
y el cuello da la vuelta
señalando donde está el oro,
el cuerpo de dios putrefacto
no le servirá para reconstruirse,
esta Satán al final de la escalera
salvando a la humanidad con sus manos
así por los siglos (de los siglos).

La guerra eterna, entre la consciencia
y el salvajismo, (la muerte),
caen los dos hasta el fondo
donde dejaran vivir en paz
al ser humano, en su mundo.

Los ateos lloran al pie de una estatua
que representa la sabiduría
(los otros alaban la i...)
el regreso esta tan lejos
y la paz es tan cercana.

Los malos (Liantipos)


Me persiguen los santos,
la luz quema todo,
hostilidad de la luna
que baña el mar y grita
contra el sol y las figuras.

El animal sube por mis pies
se sujeta de mi entrepierna,
nadie entra en la iglesia,
solo luz de luz
que sobresale de las púas.

Adivina lo que pienso
castigador de la bruma,
destrozar nos libera
"rompe el cielo", dice la voz
orden del mundo
y guerra en tu nombre.

Voces y verdugos
ocultos en la nieve,
existe un país secreto
lo descubriré a través
de secar el prado.

Llamas infernales,
saliendo de mis dedos
que estuvieron un tiempo
abajo de las rocas,
el humano no existe,
solo un réquiem a la vida
del síndrome del sol.

El vientre es amarillo
el trigo grita al ser cortado,
pequeño trigo que será
devorado por la tierra,
quiero ser trigo
y volver a la calidez.

El barco está hundido
hay piedras en mi estomago
y tijeras en mis manos,
sácalas de lo construido,
lo real no existe,
lo que existe solo me atormenta,
mejor es completar la torre
y estar cerca del cielo
hacer más ligero el cuerpo.

Rodeada esta la escalera,
apagado el sol de la alacena
y el animal ladra, patea,
destruidas están mis flores
no viven, no sienten,
solo yacen como materia,
el bosque se cierra.

El hombre fulmina la vida,
no estoy listo, no hay manera,
deje que sea el día
y entre el calor por la ventana.